La pureza del cobre asegura que el proceso de elaboración manual de las piezas sea más eficiente, evitando la posibilidad de romperse en las diferentes etapas del martillado. Normalmente las láminas se cortan en discos de diferentes tamaños que son los que van a dar el tamaño a la pieza. Para el proceso de elaboración en forma artesanal solo se utiliza fuego, martillo y ungüentos para obtener su brillo, en ocasiones los artesanos recurren al taladro para adicionar las argollas en algunas de las piezas que se aseguran con tornillos también de cobre. PROCESO DE ELABORACIÓN Sobre la lámina en disco se pinta un circulo más pequeño que demarca la base de la pieza. El martillado manual se inicia ubicando la lámina redonda sobre un tronco, dando golpes con un martillo pequeño en el centro de la pieza, con el fin de darle forma a la base. Posteriormente la pieza se pasa a fundición apuntando con un soplete manual a todas las partes de la pieza, obteniendo la temperatura necesaria para hacer el metal más moldeable. Esto facilita el martillado posterior para obtener una pieza más definida con martillos de diferentes tamaños y moviendo la pieza sobre el tronco para obtener la redondez y profundidad deseadas y así finalmente darle el acabado en los bordes también con martillo. El sonido producido por los golpes del martillo sobre las piezas se hace con sincronía de fuerza y movimiento, y para evitar que éste afecte sus oídos en las largas jornadas de trabajo es muy común ver a los artesanos con audífonos además de los guantes especiales que deben utilizar para evitar accidentes y sus ropas continuamente manchadas por el manejo del metal. El arte de trabajar el cobre en la comunidad gitana es una tradición artesanal milenaria que ha pasado de generación en generación. Estas comunidades se ubicaron en Colombia principalmente en las zonas paneleras donde se demandaba la mano de obra para reparar continuamente las pailas utilizadas en la elaboración de la panela. Actualmente existen cerca de 5,000 gitanos, la mayoría nacidos en tierras colombianas que se encuentran esparcidos por todo el territorio nacional. Muchas de estas familias han mantenido este bello oficio de trabajar el cobre martillado, aun cuando los altos precios del metal y la mano de obra hacen de estas artesanías un lujo.
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![]() La Navidad es una época de tradición para celebrar en familia y con los amigos. Al comenzar a desempacar los adornos para decorar nuestro hogar, empezamos a recordar y hacer un recuento de lo que vivimos en el año y mirar hacia adelante para hacer las promesas del año que está por venir. Nuestra propuesta para vivir la Navidad es compartir alrededor de la mesa y la cocina, preparando las recetas de la abuela y encendiendo velas en la mesa. Recordemos en familia las costumbres de nuestros antepasados, acordémonos como fueron nuestras Navidades cuando eramos pequeños, y pensemos en nuestros seres queridos que ya no se encuentran con nosotros. Que delicia preparar un arroz con leche para compartir en las novenas en una bandeja de barro de La Chamba, poniéndole todo el amor y siguiendo los consejos de nuestras hermanas, o cocinar la natilla en la paila de cobre que heredamos de la abuela. A continuación compartimos algunos consejos que te ayudarán a celebrar una Navidad llena de tradiciones. ARROZ CON LECHE El arroz con leche es un postre tradicional que está presente en muchos países latinoamericanos y que vino desde España en la época de la colonia. Hay diferentes opiniones de su origen en España. Por un lado, se habla de la zona de Cataluña y Valencia que se ofrecía como “Menjar Blanc”, otros dicen que empezó a elaborarse en Andalucía aromatizado con canela y cáscara de limón o de naranja. LA NATILLA – TRADICIÓN ANTIOQUEÑA En España la palabra “natilla” corresponde a variedades de postres cremosos fáciles de hacer y con ingredientes básicos como leche, huevos, endulzante y especias. La natilla que conocemos en Colombia, se origina con los frailes andaluces que trajeron junto con otras costumbres culinarias a Antioquia en la época de la colonia. En tierras antioqueñas ésta tomó una consistencia más dura con el maíz, se tornó más oscura y de color acaramelado con la panela, y su sabor cambió con la canela y otros ingredientes variados para enriquecerla, como el coco, la mantequilla, el queso campesino y el licor de anís. ENCENDAMOS MUCHAS VELAS En la mesa y en todos los rincones de nuestra casa, las velas son símbolo de la Navidad ya que brindan calidez y dan un toque mágico al ambiente. Las velas han representado un icono en diversos países y diferentes creencias. Como ejemplo está la Corona de Adviento que es un elemento tradicional dentro la cultura cristiana que simboliza las cuatro semanas de diciembre, conocidas como Semanas de Adviento. Está compuesta por una corona hecha de ramas de pino, entre las ramas se colocan cuatro velas que se van encendiendo cada domingo de adviento. Por su parte en la tradición judía, uno de los objetos rituales más importantes es el candelabro de siete velas, llamado Menorah. En la decoración de los primeros árboles de Navidad en Alemania en el siglo XVI, se ponían pequeñas velas en el árbol para decorar e iluminar las estancias. Así mismo, durante el Imperio Romano se originó la palabra “vela” como algo que vence a las tinieblas durante la noche en la vigilia, que se llama así a partir del verbo vigilare, porque era en este horario cuando era más importante la vigilancia. En Colombia el 7 de diciembre la Noche de las Velitas es la fecha que marca el principio de las fiestas navideñas. Esa noche la mayoría de calles y casas de todos los rincones del país se iluminan con velas para conmemorar la inmaculada concepción de la Virgen María. La historia se remonta al 8 de diciembre de 1854 cuando el Papa Pío IX definió la proclamación de ese día como el de la madre de Jesús frente a miles de peregrinos en la plaza de Roma. Allí, los creyentes encendieron velas en un ambiente de oración en agradecimiento a la madre de Jesús, la cual no tenía pecado, sino que era luz, por eso la tradición de encender velitas y faroles. Las tradiciones en general llevan acumulada la carga cultural de un pueblo. Sigamos manteniendo estas tradiciones alrededor de la mesa y celebremos una Navidad llena de paz y amor. A tres horas de Bogotá por la doble vía Espinal-Ibagué se encuentra el centro artesanal La Chamba que hace parte del corregimiento del Guamo en el departamento del Tolima. Desde Bogotá es necesario descender grandiosas montañas para llegar al cañón del río Sumapaz, y posteriormente seguir hacia el valle del río Magdalena donde encontramos el centro artesanal La Chamba entre arrozales y plantaciones de maíz. ![]() Este centro artesanal con temperaturas de más de 30 grados centígrados, se compone de aproximadamente 300 familias que han trabajado por generaciones la arcilla disponible en la región. Su trabajo artesanal ha sido y es el sustento de estas familias, en las cuales todos sus integrantes desde muy pequeños aprenden el trabajo alfarero y ayudan en la elaboración de las piezas. Los talleres hacen parte de la vivienda de estas familias. Es común encontrar gallos cacareando al lado de un depósito de arcilla o maleza creciendo alrededor de la ubicación de los hornos. En las casas se asigna un área abierta de producción, donde los integrantes de la familia se ubican en butacas para desarrollar las diferentes actividades dentro del proceso. La explotación de las minas de los tres tipos de arcilla que se utilizan para la elaboración de las piezas, se hace en terrenos compartidos por las diferentes familias. La pasta base se prepara sin medición precisa de las arcillas utilizadas, solo con la sabiduría que da la experiencia, la mujer cabeza de la familia obtiene la pasta negra ideal para moldear a mano las piezas y que dará el color correcto sin sufrir ningún quiebre en el horno. Una vez moldeada la pieza, se debe dejar secar por un tiempo determinado por la temperatura ambiente. Posteriormente todas las piezas pasan por el proceso de barnizado, que se compone de la aplicación con brocha de arcilla liquida color naranja. Nuevamente se deben dejar secar esta vez a la intemperie con el calor del sol, por lo tanto, las épocas de invierno y de lluvia hace que los tiempos para este proceso de secado sean impredecibles. La cocción de las piezas se lleva a cabo dentro de barriles que se sitúan en hornos de leña o en algunos casos de gas que por su costo comparten entre varias familias. Una vez salen del horno y todavía calientes, el acabado negro de las piezas se consigue dejándolas dentro de los barriles y adicionando estiércol de caballo que al tapar el barril, debido al calor genera una especie de ceniza que hace que se tornen negras. Las que no pasan por este último proceso quedan en color naranja. El proceso final de brillado que resalta todavía más la belleza de las piezas lo realizan más que todo los hijos, que con paciencia y sabiduría pasan por toda la pieza una piedra lisa que les permite ir obteniendo el brillo. Cada vez que visitamos La Chamba, no deja de sorprendernos la creatividad y la destreza de estos artesanos que con sus manos consiguen piezas únicas que reflejan la tradición de sus ancestros y que podemos lucir en nuestra cocina y mesa. “Directo del fogón a la mesa”. Internacionalmente estas piezas son conocidas como Chambas. Son exportadas a destinos tan lejanos como Australia. En su próximo viaje a Estados Unidos pase por las tiendas de cocina como William Sonoma o Sur le table, y se sorprenderá al encontrarlas. Debemos sentirnos orgullosos de esta tradición y apoyar a estos artesanos, que con mucho amor han mantenido este legado que se remite a más de 300 años atrás. ![]() La denominación de origen es una mención geográfica aplicada a un producto en nuestro caso artesanal, que destaca su calidad y características las cuales se deben exclusivamente al lugar de procedencia donde se elabora. Factores naturales como la composición del suelo, clima, flora y fauna, y factores humanos como los métodos tradicionales y habilidad en la elaboración de las artesanías, son los que determinan su valor único. En Colombia el nacimiento de una denominación de origen está dado por la “declaración de protección” otorgada por la Superintendencia de Industria y Comercio a pedido de la parte o comunidad interesada. La denominación de origen es importante porque indica a un posible comprador que la artesanía es producida en un lugar determinado y con ciertas características como “hecho a mano” para el caso de las artesanías. A nivel mundial existe una gran variedad de productos con denominación de origen que llegan a Colombia y podemos disfrutar en nuestra mesa. Entre estos encontramos, la Champaña vino originario de la región de Champagne en Francia, el vino espumoso Cava y el Jerez ambos procedentes de España, el queso parmesano (Parmigiano Reggiano) de Italia, el licor Tequila de Mexico, y la Quinua real de Bolivia entre otros.
En el caso de Colombia existe una extensa lista de artesanías que cuentan con denominación de origen. A continuación se destacan algunas;
Y que delicia acompañar nuestras comidas con alimentos colombianos que tienen denominación de origen como el Queso de Paipa, las Achiras del Huila, o el Bocadillo Veleño. En 2018 durante el mes de mayo, Artesanías de Colombia realizó el primer Mercado de Artesanías con Denominación de Origen en la Sede del Claustro de Las Aguas en Bogotá. “Colombia es el país que tiene más Denominaciones de Origen de productos artesanales en Latinoamérica, en total son 11 piezas de nuestro país con este sello.” AdeC. En los países del trópico tenemos el gran privilegio de disfrutar durante todas las temporadas del año de una gran diversidad de frutas y verduras, que llegan del campo directo a los grandes centros de distribución en las ciudades. En la época de la colonia estos centros se denominaban la Plaza Mayor, hasta muy avanzado el siglo XX las plazas de mercado en Latinoamérica fueron núcleo importante de la vida de barrio en las grandes ciudades. Esto aún se mantiene hoy en los pueblos y ciudades pequeñas. Además de la frescura de sus productos y mejores precios, lo que más atrae de las plazas de mercado es la relación que se establece con los tenderos, que por ser los mismos dueños los que atienden nos ofrecen un excelente servicio aún con poco entrenamiento en mercadeo y ventas. Es muy agradable entablar conversación con estos tenderos para conocer aspectos medicinales de las hierbas, la procedencia de las frutas, o las diferentes formas como se puede preparar la verdura. Qué mejor que pasar por la plaza para conseguir algo que no conseguimos en el supermercado como las hojas de plátano para los tamales, la olleta y el molinillo que siempre necesitamos para hacer el chocolate, las flores para decorar la casa para una ocasión especial o los mismos canastos que nos ayudan a llevar el mercado sin bolsas plásticas. Si hay algo que no conseguimos, el tendero se encargará de obtenerlo para nuestra próxima visita. La oferta en estos mercados es tan variada y especial, que son los preferidos de los grandes chefs o cocineros de los restaurantes de la ciudad. También en la plaza se puede degustar una deliciosa ensalada de frutas o platos específicos de diferentes regiones del país preparados por manos expertas que han mantenido las recetas tradicionales de las abuelas. Visitar las plazas es una forma directa de apoyar al campo, nos facilita el consumo de productos naturales y no procesados con la disposición de probar, oler y tocar lo que estamos comprando. En la plaza de mercado encuentrasEn Bogotá el distrito registra un total de 44 plazas de mercado, Medellin y Cali cuentan con más de 15 plazas o galerías. Si tenemos dificultades con el tráfico para llegar a estas plazas, el distrito en Bogotá desarrolló una iniciativa de llevar placitas móviles a los barrios, con horarios establecidos para diferentes días de la semana que se pueden consultar en http://www.placitamovil.com/#donde En Estados Unidos dependiendo de la estación del año el ofrecimiento de productos frescos está en los Farmer´s Market o Mercados de Agricultura que se ubican en parqueaderos o parques dentro de las ciudades o pueblos cercanos desde hace varias décadas. En Europa es muy común encontrar las plazas mayores en cada ciudad con productos frescos y artesanales. Visitar estos lugares nos permiten conocer más la cultura y la gastronomía locales. BUSCA LA PLAZA CERCA DE TU CASA, CON SEGURIDAD QUEDARÁ A NO MÁS DE 10 CUADRAS
Moler o machacar las hierbas y especias en el momento en que vamos a utilizarlas en la mesa o para cocinar, nos asegura sabores más destacados y naturales. Esta práctica se remonta a tiempos antiguos en diversas culturas, donde la base de la cocina giraba alrededor de las hierbas y especias. ![]() EL MORTERO Hoy, podemos emplear esta costumbre milenaria teniendo un mortero en la cocina como uno de los utensilios principales. Las características que debemos buscar en un buen mortero son; - Material no poroso para que no absorba aromas y sabores - Lo ideal es que sea de piedra o cerámica, lo que facilita su limpieza - La madera no se recomienda debido a que es un material blando - Debe ser pesado para facilitar la molienda sin necesidad de sujetarlo - Que tenga una buena base y estable para que no se deslice ¿Y por qué un mortero es mejor que un electrodoméstico? - El mortero no consume electricidad, así ayudamos a la conservación del planeta - Duran toda la vida, podemos pensar que es una buena herencia para dejar a los hijos con nuestros secretos de cocina - Las preparaciones y mezclas que podemos hacer son únicas, los ingredientes no solo se mezclan sino que se incorporan - Podemos darle diferentes usos, además de preparar el guacamole podemos preparar mayonesas o cualquier tipo de salsa Un truco para resaltar todavía más el sabor de las nueces o ciertas especias es tostarlas antes en un sartén o arepero de barro sin aceite a fuego muy bajo y por muy poco tiempo. Esto realza su sabor y facilita la molienda. También podemos añadir a la molienda un poco de sal marina para sazonar de una vez. De acuerdo con un artículo de un diario americano: “Cuando utilizas un mortero, trabajas de lleno y con más control para liberar los aceites de los ingredientes e incorporarlos al unir sus sabores. En una máquina, simplemente los estás combinando”. ![]() El molinillo Otro utensilio que es muy necesario para resaltar los sabores en nuestra cocina es el molinillo de especias, siendo el más común el molinillo para pimienta. No podemos seguir comprando la pimienta ya molida, pues en el proceso de molienda, empaque y distribución ya ha perdido completamente su sabor y frescura. ¡Qué rico tener en nuestra cocina diferentes colores de pimienta para hacer una mezcla única en el molinillo! Tengamos en cuenta que; - La pimienta blanca es la más picante y con menor aroma - La pimienta verde o roja es menos picante y con mucho aroma - La pimienta negra es picante y tiene un aroma intenso El molinillo también lo podemos utilizar para moler la sal marina que es más saludable ya que no tiene proceso de refinación. Otras especias que son ideales para el molinillo son las semillas de anís, de mostaza, del comino y el clavo de olor entre otros. ¡ CON ESTOS SENCILLOS CONSEJOS TE PODRÁS LUCIR CON TU FAMILIA O TUS INVITADOS ! Aproximándose en avión al aeropuerto de Rionegro Antioquia, es posible visualizar desde arriba el verde de las montañas, la calidad de la tierra y la calidez del clima de la región del Oriente Antioqueño, denominado así por su ubicación respecto a la ciudad de Medellín, capital del departamento. Una vez en tierra, durante el trayecto menor a una hora para visitar el Carmen de Viboral (municipio conocido como la cuna de la cerámica artesanal), es muy grato encontrar debajo de un cielo completamente azul, extensos bosques con grandes eucaliptos y pinos que aromatizan el ambiente al mismo tiempo que constituyen un paisaje hermoso. Si bien el impulso de la ciudad de Medellín se está tomando esta zona con el desarrollo de nuevas urbanizaciones, a medida que nos vamos acercando al Carmen encontramos poblados rurales como San Antonio de Pereira que se destaca por sus fiestas de La Empanada, celebradas cada año en agosto, o El Canadá que ofrece telares elaborados en lana virgen. Durante todo el trayecto se ven grandes extensiones de tierra sembradas con hortensias, rosas y claveles, entre otros, lo cual posiciona al Oriente Antioqueño como el segundo exportador de flores del país. Otros cultivos que embellecen el paisaje contienen maíz, lo que permite disfrutar de una deliciosa mazorca asada recién cogida del palo, el aguacate Hass que está tomando un importante lugar dentro de las exportaciones agrícolas de Colombia, o el limón variegado con su sabor especial a lima. Al llegar a las locerías del Carmen de Viboral, que desde el año 1898 se inicia en la tradición cerámica gracias a la disponibilidad de arcillas y otros elementos en la región, se observa que su entorno de variedad floral es utilizado como inspiración en los cientos de diseños creados por las diferentes locerías. Además de la agricultura, la cerámica ha sido un gran motor de la economía carmelitana a pesar del período de recesión en los 80, debido a la apertura económica y el conflicto armado que vivió el país. Es inevitable quedar encantado con la gran variedad de flores pintadas a mano en las diferentes piezas cerámicas que reflejan la destreza de los artesanos que han dedicado su vida a esta labor por generaciones. Se puede decir sin lugar a dudas, que cada pieza es una obra de arte única. Así mismo, los colores utilizados en los diferentes diseños, destacan el sol radiante que se puede disfrutar en la región y que se evidencia en la riqueza de la agricultura. La experiencia de todos estos años visitando el Carmen de Viboral, nos ha permitido con gran orgullo vivir el desarrollo y modernización de las diferentes locerías. Siempre visitaremos el Carmen para encontrar tesoros en cerámica y llevarlos a cada rincón del país.
TRABAJO EN LAS LOCERÍAS DEL CARMENLa etiqueta en la mesa nunca pasa de moda. Aunque hoy se piense que esto ha perdido relevancia, algunas de las pautas que nos dicta la etiqueta son las que nos ayudan a hacer especiales las invitaciones a nuestra casa ya sea a familiares o amigos. Igualmente nos ayudan cuando somos nosotros los invitados y vemos en nuestro puesto demasiados cubiertos que no sabemos cómo vamos a utilizar. MESA FORMAL![]() Es así como Anny Zúñiga experta en etiqueta, inició su taller en Manteles y Cacerolas el pasado 29 de mayo. Compartiendo experiencias de vida, como cuando llegó como esposa de embajador a otro país y se dio cuenta que tenía bastante que aprender para recibir invitados en su casa de la embajada, nos fue dando consejos. Estas normas de etiqueta las podemos aplicar en la vida cotidiana, no necesitamos tener la vajilla de porcelana o la cristalería importadas. Pensemos siempre que cada ocasión para servir la mesa es especial y reflejemos nuestro conocimiento al poner una mesa muy Colombiana. Consejos más importantes que nos ofreció Anny;
![]() Tener presente este tipo de pautas nos garantizan una buena imagen frente a quienes compartan la mesa con nosotros; aplicarlas nos hará sentir más satisfechos durante el transcurso del evento. MESA INFORMAL![]() Hace muchos años en mi casa, mi madre utilizaba las vajillas del Carmen de Viboral para servir los almuerzos típicos en la casa de Bogotá, o en la finca de Melgar donde era la vajilla de diario. No me acuerdo desde cuándo empezó a apreciar estas vajillas, lo que sí estoy segura es que siempre en mi casa las artesanías, y no solo las colombianas, fueron apreciadas con un fin específico en la mesa o la cocina, o simplemente para decorar. Recuerdo aquellos paseos a la plaza de mercado de Girardot con el sol de mediodía y temperaturas por encima de los 30 grados centígrados, para ver o comprar ollas, bandejas y cazuelas de barro de La Chamba, cucharas de palo, o también bolsas de fique. Todos los niños quedábamos contentos si nos compraban una ollita de barro para jugar a la cocina o una coca para jugar. Pero lo que más nos gustaba era que nos compraran melcochas recién preparadas, tanto que en muchas ocasiones mi mamá nos organizaba reuniones con los amiguitos para preparar las melcochas. En estas reuniones, los adultos sacaban un molde con una masa café derretida muy caliente y nos daban a cada uno un poco para que estiráramos la masa colgándola de un clavo pegado a la pared que después de varios intentos y quemones empezaba a aclarar y se tornaba en melcocha. Sin saberlo, todas estas tradiciones desarrollaron en mi un gran sentido de pertenencia y conciencia de país, me enseñaron a apreciar que un sancocho es más sabroso si se cocina a la brasa en una olla de barro al lado del rio o que una arepa es más rica si el maíz es molido en el molino manual que se ubicaba en el borde del mesón de la cocina. Y qué decir de las hierbas aromáticas como el cilantro o las guascas, que mi madre en sus largas estadías en el exterior llevaba envueltas en ropa para podernos deleitar con un delicioso ajiaco en el extranjero. Tan evidente se inculcaron en nuestra familia estas tradiciones que cuando me moví con mi esposo e hijos a vivir un año a Inglaterra, como regalo de despedida una de mis hermanas me regaló una tarjeta con su receta secreta del arroz con leche para preparar en Navidad y unas arepas para que las congelara y pudiéramos disfrutar (solo los domingos porque se nos acababan muy rápido) de un delicioso desayuno a lo colombiano. Las artesanías representan tradición, nos llevan a recordar momentos en familia alrededor de una mesa. Y en la medida que ahondamos más en la historia de éstas, comprendemos más sobre nuestros antepasados, nuestra diversidad de regiones con su flora y fauna únicas y nos enseñan a defender este legado que no debe desaparecer con la modernidad. En este espacio compartiremos experiencias que resaltan el valor de lo artesanal, y cómo a través de la mesa y cocina podemos mantener el legado de los artesanos Colombianos para futuras generaciones. |
AutorSoy colombiana orgullosa de haber nacido en Latino América. Quiero utilizar mi experiencia profesional para apoyar a los artesanos colombianos, ayudando a que el mundo conozca sus historias. Y complementarlo con mis otras dos pasiones que son cocinar y atender invitados haciendo uso de artesanías en la mesa y la cocina. Archivos
Febrero 2019
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