ARTESANAS DE LA CHAMBA

La Chamba, es una pequeña comunidad ubicada en el departamento de Tolima, en Colombia, conocida por su cerámica negra hecha a mano. Hay muchos artesanos talentosos en La Chamba, que en su mayoría son mujeres y madres. Ellas aprenden el arte de la cerámica negra de su madre y su abuela, y ellas a su vez de sus antepasados. Desde temprana edad, ayudan a sus madres a preparar el barro y a moldear las piezas de arcilla. Con el tiempo, ellas prefeccionan sus habilidades y comienzan a crear sus propias piezas.
Cada pieza está hecha completamente a mano y no se utiliza ningún tipo de maquinaria. Ellas utilizan técnicas tradicionales para crear las piezas, incluyendo el uso de hojas de plátano para decorar las superficies.
A pesar del éxito de las piezas que son reconocidas no solo en Colombia sino a nivel mundial , ellas siguen viviendo y trabajando en La Chamba desde sus hogares, lo que les permite estar cerca de sus hijos mientras trabajan y donde enseñan a la próxima generación las técnicas tradicionales de la cerámica negra. Es común verlas trabajando desde tempranas horas de la mañana hasta altas horas de la noche. Su trabajo ha ayudado a mantener viva la tradición de la cerámica negra en La Chamba, y ha inspirado a muchos otros artistas y artesanos en Colombia y en todo el mundo.
Cada pieza está hecha completamente a mano y no se utiliza ningún tipo de maquinaria. Ellas utilizan técnicas tradicionales para crear las piezas, incluyendo el uso de hojas de plátano para decorar las superficies.
A pesar del éxito de las piezas que son reconocidas no solo en Colombia sino a nivel mundial , ellas siguen viviendo y trabajando en La Chamba desde sus hogares, lo que les permite estar cerca de sus hijos mientras trabajan y donde enseñan a la próxima generación las técnicas tradicionales de la cerámica negra. Es común verlas trabajando desde tempranas horas de la mañana hasta altas horas de la noche. Su trabajo ha ayudado a mantener viva la tradición de la cerámica negra en La Chamba, y ha inspirado a muchos otros artistas y artesanos en Colombia y en todo el mundo.
Debemos sentirnos orgullosos de estas madres artesanas, que con su esfuerzo y dedicación mantienen la tradición y cuidan de nuestro patrimonio cultural
CONOCE LA CHAMBA
ARTESANA CARMEN DE VIBORAL
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Teresa Idarraga artesana decoradora de la locería Renacer en el Carmen de Viboral, es madre de 2 hijos que se sienten orgullosos de su trabajo, lo ven como una tradición y aman el arte que hay en la elaboración y decoración de las vajillas. Conoce su historia…..
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Nacida en el Carmen de Viboral, inició su trabajo como artesana desde hace más de 22 años. Actualmente es decoradora especializada en algunos de los diseños de vajillas, pero esto no la limita a que en algunas ocasiones sea necesario que apoye otros diseños.
Inició su trabajo como artesana en una de las locerías, porque su familia era vecina de los dueños. Sus padres y hermanos siempre han estado relacionados con el trabajo artesanal, desempeñando labores en los hornos, en las bodegas, y en los talleres.
Su proceso de aprendizaje empezó con una capacitación de 3 a 4 meses con un instructor diseñador. Posteriormente pasó a hacer pruebas sobre piezas, trabajando la mezcla de colores que es lo más difícil y, el resultado después de la quema en el horno. “Decorar es de práctica y práctica, además de aprender a ser eficiente” dice Teresa.
Debido a los problemas desafortunados de seguridad en el país en la década de los 90 y que afectaron el oriente Antioqueño, varias fábricas del Carmen tuvieron que cerrar su operación. Afortunadamente Teresa siempre pudo mantener su trabajo. Recientemente en la época de pandemia, Teresa estuvo en casa los primeros días, después la fábrica logro organizar rotación de turnos por días, para mantener el trabajo de los artesanos y seguir ofreciendo estas hermosas piezas de cerámica para Colombia y el mundo.
Inició su trabajo como artesana en una de las locerías, porque su familia era vecina de los dueños. Sus padres y hermanos siempre han estado relacionados con el trabajo artesanal, desempeñando labores en los hornos, en las bodegas, y en los talleres.
Su proceso de aprendizaje empezó con una capacitación de 3 a 4 meses con un instructor diseñador. Posteriormente pasó a hacer pruebas sobre piezas, trabajando la mezcla de colores que es lo más difícil y, el resultado después de la quema en el horno. “Decorar es de práctica y práctica, además de aprender a ser eficiente” dice Teresa.
Debido a los problemas desafortunados de seguridad en el país en la década de los 90 y que afectaron el oriente Antioqueño, varias fábricas del Carmen tuvieron que cerrar su operación. Afortunadamente Teresa siempre pudo mantener su trabajo. Recientemente en la época de pandemia, Teresa estuvo en casa los primeros días, después la fábrica logro organizar rotación de turnos por días, para mantener el trabajo de los artesanos y seguir ofreciendo estas hermosas piezas de cerámica para Colombia y el mundo.
CONOCE EL CARMEN DE VIBORAL