ARTESANA CARMEN DE VIBORAL
Teresa Idarraga artesana decoradora de la locería Renacer en el Carmen de Viboral, es madre de 2 hijos que se sienten orgullosos de su trabajo, lo ven como una tradición y aman el arte que hay en la elaboración y decoración de las vajillas. Conoce su historia…..
Nacida en el Carmen de Viboral, inició su trabajo como artesana desde hace más de 22 años. Actualmente es decoradora especializada en algunos de los diseños de vajillas, pero esto no la limita a que en algunas ocasiones sea necesario que apoye otros diseños.
Inició su trabajo como artesana en una de las locerías, porque su familia era vecina de los dueños. Sus padres y hermanos siempre han estado relacionados con el trabajo artesanal, desempeñando labores en los hornos, en las bodegas, y en los talleres.
Su proceso de aprendizaje empezó con una capacitación de 3 a 4 meses con un instructor diseñador. Posteriormente pasó a hacer pruebas sobre piezas, trabajando la mezcla de colores que es lo más difícil y, el resultado después de la quema en el horno. “Decorar es de práctica y práctica, además de aprender a ser eficiente” dice Teresa.
Debido a los problemas desafortunados de seguridad en el país en la década de los 90 y que afectaron el oriente Antioqueño, varias fábricas del Carmen tuvieron que cerrar su operación. Afortunadamente Teresa siempre pudo mantener su trabajo. Recientemente en la época de pandemia, Teresa estuvo en casa los primeros días, después la fábrica logro organizar rotación de turnos por días, para mantener el trabajo de los artesanos y seguir ofreciendo estas hermosas piezas de cerámica para Colombia y el mundo.
Inició su trabajo como artesana en una de las locerías, porque su familia era vecina de los dueños. Sus padres y hermanos siempre han estado relacionados con el trabajo artesanal, desempeñando labores en los hornos, en las bodegas, y en los talleres.
Su proceso de aprendizaje empezó con una capacitación de 3 a 4 meses con un instructor diseñador. Posteriormente pasó a hacer pruebas sobre piezas, trabajando la mezcla de colores que es lo más difícil y, el resultado después de la quema en el horno. “Decorar es de práctica y práctica, además de aprender a ser eficiente” dice Teresa.
Debido a los problemas desafortunados de seguridad en el país en la década de los 90 y que afectaron el oriente Antioqueño, varias fábricas del Carmen tuvieron que cerrar su operación. Afortunadamente Teresa siempre pudo mantener su trabajo. Recientemente en la época de pandemia, Teresa estuvo en casa los primeros días, después la fábrica logro organizar rotación de turnos por días, para mantener el trabajo de los artesanos y seguir ofreciendo estas hermosas piezas de cerámica para Colombia y el mundo.
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